domingo, 9 de abril de 2017


El poemario HOME es una obra que se podía catalogar de impresionista tomando en cuenta el movimiento pictórico. Tal movimiento sacó la pintura de los estudios para situar la realización en localizaciones exteriores. De ahí su nombre. Las pinturas pasaron a ser entes estáticos y meditados para convertirse en tomas de la realidad compuestas en breves espacios de tiempo, al modo de la incipiente fotografía que por entonces se abría paso, con los cambios de luz propios del día y los habituales acontecimientos casuales imposibles de generar por medio de la imaginación, y no solo eso, las pinturas se convirtieron en transmisores de lo que el artista sentía en el momento. La velocidad o precisión del trazo reflejaba el pulso vital de su autor. El carácter inusual de la paleta de color no solo se basa en los colores propios de cada objeto sino de su aspecto concreto en el momento.
La pintura impresionista, por otro lado, está apegada a sus temas que se basan en la modernidad y la libertad. Cafés, ferrocarriles, puentes de hierro, teatros de la ópera. Aquellas pinturas reflejan la sorpresa de una generación ante un mundo en cambio tras la turbulenta primera parte del siglo XIX.
Los poemas de HOME, al igual, son apuntes tomados al natural durante un periodo de tiempo de gran actividad y movilidad. Una foto fija de los usos y costumbres de una época. Las tomas de la realidad por medio de palabras poseen esa frescura característica de la improvisación y la falta de fin último y superior.