El poemario HOME es
una obra que se podía catalogar de impresionista tomando en cuenta el
movimiento pictórico. Tal movimiento sacó la pintura de los estudios para
situar la realización en localizaciones exteriores. De ahí su nombre. Las
pinturas pasaron a ser entes estáticos y meditados para convertirse en tomas de
la realidad compuestas en breves espacios de tiempo, al modo de la incipiente
fotografía que por entonces se abría paso, con los cambios de luz propios del
día y los habituales acontecimientos casuales imposibles de generar por medio
de la imaginación, y no solo eso, las pinturas se convirtieron en transmisores
de lo que el artista sentía en el momento. La velocidad o precisión del trazo
reflejaba el pulso vital de su autor. El carácter inusual de la paleta de color
no solo se basa en los colores propios de cada objeto sino de su aspecto
concreto en el momento.
La pintura
impresionista, por otro lado, está apegada a sus temas que se basan en la
modernidad y la libertad. Cafés, ferrocarriles, puentes de hierro, teatros de
la ópera. Aquellas pinturas reflejan la sorpresa de una generación ante un
mundo en cambio tras la turbulenta primera parte del siglo XIX.
Los poemas de HOME, al igual, son apuntes tomados al natural durante un
periodo de tiempo de gran actividad y movilidad. Una foto fija de los usos y
costumbres de una época. Las tomas de la realidad por medio de palabras poseen
esa frescura característica de la improvisación y la falta de fin último y
superior.